SAFO

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martes, 17 de diciembre de 2019

LAS CRÓNICAS DE LA ESPALDA

Estamos en la época de los superhéroes y para no ser menos "El hombre gelatina" vuelve para quedarse, su poder es sentir que todo gira y así causar confusión en los que lo rodean. Su debilidad es el laburo, las masas de gente que no sabe lo que quiere pero lo quiere ya y el calor de las 2 de la tarde en verano. Su némesis es la hipocresía y su objetivo es volver a ser rígido. Esta es la historia de origen de este héroe que no va a salvarse ni a si mismo pero que tampoco es tan malo como para considerarlo un villano. Sus mareos serán leyenda para los que estudien como es vivir con mareos, sus historias serán mas impopulares que estos blogs, sus dolores serán las vacaciones en el Caribe de médicos y farmacéuticos, su tranquilidad sera abandonada... eh aquí la segunda aparición en la historia de la humanidad del hombre que se sentía gelatina.


La espalda, uno de esos lugares del cuerpo que uno siento solamente cuando te duele, y duele en varios lugares: esta el cuello que es donde se acumulan todos los mambos de la cabeza y donde si duele mucho ves todo como si fueses un borracho sin haber tomado nada de alcohol; esta la cadera que duele cerca del culo, pero al menos no ahí, en esta parte de la espalda el dolor es casi paralizante; Y por ultimo, pero no menos molesto, esta el dolor de la parte de la espalda donde no llegas a rascarte, la espalda alta.
A veces uno cree que los enemigos están afuera, ya sean los que piensan distinto, como la gente que les gusta el episodio 8 de Star wars, los que son distintos por su color de piel o por su genética o creencia religiosa, como los extraterrestres; o los que no te interesan en lo mas mínimo, pero en la mayoría de los casos el enemigo esta adentro. En mi caso mi enemigo es mi espalda y imponderable dolor crónico que sufro desde hace ya mas de un año, principalmente los dolores mas fuertes son en el cuello y mas aun en la espalda alta. 
Si bien el dolor empezó desde hace ese tiempo, ya se venia gestando cuando los fracasos empezaron a rondar sobre mi cabeza tal como las nubes negras que siguen al sujeto que va a mojarse en breve. Esto me llevo a refugiarme en los analgésicos y los vicios (que en este caso podrían ser la misma cosa). Y así fue como se desarrollo el dolor, descuidandome del alcohol (puede ser que este alcohol acumulado de 3 años se haya quedado en el cuello) y del tiempo, que hace que el cuerpo se vaya haciendo mas viejo a pesar de hacer algo de ejercicio medianamente reparador. 
Ya con el dolor en mi espalda e hecho todo lo que he podido para mitigar mi angustia, fui a todo tipo de médicos, primero al neurólogo para descartar algún drama de la masa cerebral, después al cardiologo porque el dolor me irradiaba hacia el pecho y mas tarde cuando descarte problemas con las especialidades anteriores, fui a varios kinesiologos, tome mas analgésicos, vitaminas, traumatologos, deje las gaseosas solo para el finde, etc, pero el dolor siempre sigue ahí, agazapado y festejando que no puedo dormir, que me cuesta estar parado sin apoyarme en algo (cuando voy a la cancha necesito estar si o si apoyado en el paravalanchas, no arriba porque me caigo) y que cuando bajo del bondi, tengo 2 o 3 cuadras donde me gustaría tener un bastón invisible para que no me vean que lo uso, porque todo me da vueltas, como si la inercia del colectivo no se fuera hasta que camino un poco, creo que esto se llama mareo cinetico y sino es así, lo invente yo.
En estos últimos meses volví a salir a correr pero ahora en modo tercera edad, solo corro 5 cuadras y elongo lo que puedo, si llego a hacer 6 pasadas de 5 cuadras ya estoy hecho... hecho pelota! eso si. Así y todo esto de estirar me hace sentir bien ya que antes cuando corría no estiraba ni la pata y después estaba todo el día duro.
No se que me depara el futuro espaldaril, lo que siento después de mas de un año con este problema (que no es tan grave como para que un medico te tome en serio) es que va a seguir igual en el mejor de los casos. Así que lamentablemente voy a tener crónicas de la espalda para rato.


Se termina un 2019 malo, pero parejo, un cero a cero clavado sin que haya pateado al arco, y pasándola muy mal en mi área, pero es meritorio porque estoy jugando con dos tipos menos. El dilema es si esto es mejor que el 2018 donde perdí feo, pero tuve un buen primer tiempo al que le siguió un segundo tiempo catastrófico. Creo que este año fue mejor, pero eso no significa que lo haya disfrutado. 
Se viene el 2020, cuando estaba en los 90 viendo la tele de tubo y pensaba el futuro, siempre se me venia el año 2020 como símbolo de futuro y pensaba en autos voladores, robots y lluvia constante. Creo que ese pibe que veía la tele se decepcionaría sobre este futuro, no solo porque no hay autos que vuelen o no llueve siempre, sino porque las personas somos las que poco a poco nos fuimos convirtiendo en autómatas que no tienen tiempo ni siquiera para decepcionarse.


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