Bitácora
del capitán del barco hundido
Día
26
En
un mundo individualista, un ser individualista como yo, se debería
sentir cómodo, pero lamentablemente no es así. Cuando era chico,
hace unos 25 años mas o menos, al solitario se lo consideraba raro,
pero para mi, ser solitario o tener un circulo muy acotado de amigos
no estaba mal, sin embargo ahora a pesar de las múltiples redes
sociales me da la sensación de que la mayoría de las personas están
mas encerradas en si mismas y eso me hace sentir mas raro aun y mas
solo todavía. Es como si el tiempo me diera a probar de mi propia
medicina.
Mi
primer gran recuerdo de rechazo fue algo inolvidable, una chica,
bastante linda pero no la mas linda del grupo, estaba invitando a
todos los compañeros a su cumpleaños con las típicas invitaciones
de cartón que se usaban cuando eramos chicos, esas que tenían la
leyenda “te invito a mi cumple” y se las estaba entregando a cada
chico uno por uno. Todo venia bien hasta que llego mi turno y de
buenas y sin pestañar un ojo me paso de largo y siguió repartiendo
a diestra y siniestra las invitaciones. Ahí, justo en ese momento
sentí lo que era realmente ser rechazado, en silencio, sin
explicaciones, sin miradas, como si fuera un fantasma y esa es la
sensación que me acompaño casi toda la vida. El frío y duro golpe
de enterarte que no le importas mas a una persona, sin besos, sin
abrazos, sin saludos, sin despedida, sin nada.
Volviendo
al recuerdo, supongo que si le hubiese importado a la chica al menos
un poquito se hubiese tomado la molestia de al menos mentirme e
inventarme que tenían un hermano llamado Leonel y no podían invitar
a un chico llamado igual (SPOILER... Chiste Simpsons “No se admiten
Homeros” Fin del chiste Simpsons)
Y
estas cosas duelen y el dolor va matando de a poco y hace que
cualquier mínima molestia duela mas, lo que obliga a crearse un
escudo, a ser individualista.
Solo
con muy pocas personas he podido tener conversaciones realmente
interesantes o me he podido abrir (con algunos mas, con otros menos)
como para decir que en esos momentos no estuve solo. Un amigo con el
cual por suerte sigo hablando pero no lo quiero agobiar porque no le
quiero agregar mas angustia a sus problemas; una ex compañera de
facultad que tiene sus motivos comprensibles para detestarme y dejar
de hablarme o bloquearme por el resto de la existencia y finalmente
mi ex que se esfumo de mi vida en un abrir y cerrar de ojos y me dejo
totalmente desconcertado. No voy a contar a una psicóloga en mi
lista porque es como contar a una prostituta como una relación seria
y eso no se vale.
Esto
me hace acordar una película buenísima de John Cusack llamada “Alta
Fidelidad” en la que el tipo va recordando sus ex y porque se
separo de ellas. Aparecía Jack Black y era insoportable... en fin,
véanla.
Nadie
quiere ser rechazado, es horrible, por eso todos se quieren parecer a
todos, y a esto se lo llama “Normalidad” pero si haces cosas que
no te gusta para agradarle a la gente se pierde la personalidad, que
es lo que nos hace únicos. Por esto cuando una vez me llamaron
"Anormal" yo lo tome como un cumplido... Ojo! Cuando me
dijeron "Estúpido" no lo tome como un cumplido, mas bien
como un misil Sidewinder aire-bolas.
Y
este es y sera cada vez mas un mundo individualista y lo mas seguro
es que nadie leerá esto, aunque si pasa lo contrario me haría
sentir menos solo en este momento de múltiples rechazos.