Bitácora
del capitán del barco hundido
Día
220
Las
elecciones de los días pasados dejaron un herida muy grande en la
sociedad, una herida que venia desde hace 7 u 8 años cuando el ex
vicepresidente decía “No positivo” en la cámara de diputados,
esa fue la primer hendija de la que hoy es conocida como la grieta
que dividió la sociedad como si fuera un ring o un abismo entre
parajes. De un lado están los que refundaron al país, lo sacaron
del infierno que ellos mismos habían creado (menemistas), para
reafirmar esto hicieron medidas que la sociedad reclamaba y allí se
nombraron como campeones de los derechos humanos y del
anticapitalismo. Del otro lado están los que se oponen
fervientemente a todo lo que hagan los anteriormente mencionados, los
ultra capitalistas o derechistas que quieren enriquecerse a costa del
pueblo pobre y miserable. Ambos grupos tienen su ejercito de soldados
e intelectuales o periodistas que defienden ya sea por intereses o
por fe a cada uno de los grupos.
En
la izquierda y al tope se ubica “La Campora” una especie de secta
que tiene raíces en el estado que sirve para adoctrinar a las nuevas
generaciones haciéndoles creer que esta es la única forma de
gobernar, para ello utiliza lemas como el que dice: “La patria es
el otro” que se refiere a la solidaridad que tiene este grupo con
la gente que esta infectada por el odio capitalista o por la pobreza
que estos provocan; o “Nunca menos” refiriéndose al nunca mas y
a que gracias a ellos los militares han sido eliminados y enjuiciados
y ademas que gracias a sus políticas jamas se retrocederá aunque se
este enfrente del abismo.
A
la derecha se ubican los medios hegemonicos y las corporaciones
concentradas en el grupo Clarín y otros grupos, esto es raro, porque
hay corporaciones muy grandes que están asociadas al gobierno de las
cuales apenas se habla. En realidad el grupo Clarín y sus medios
solo se encargan de, no solo oponerse a todo lo que hace el gobierno,
sino de querer mostrar que todo lo que enseñan en La Campora es
realmente una mentira y la doctrina es una falacia.
Todo
se reduce a una pelea entre la fe y el pragmatismo, algo así como
dios versus la ciencia.
Esta
pelea que a priori debería ser entre dos grupos pequeños, se ha
calado en la población, obligándonos casi socialmente a tomar
partido por algún grupo, por ello se ha dado en llamar la grieta.
Nadie discute si tal ley es buena o si tal es un desastre porque solo
importa quien la impulsa, todo es negro o blanco, es vida o muerte y
así se vive todavía en estas semanas. Y la democracia bien gracias.
Mucha
gente se intereso en la política pero al no tener una formación
idónea y al ser bastante autoritarios en nuestra forma de ser,
herencia de muchos factores intrínsecos que dotan al argentino
promedio de una manera de actuar bastante egoísta e indiferente,
esta gente opina de política como opina de fútbol o de mujeres o
del universo: partiendo del ego.
Esto
no quiere decir que este mal, pero el nivel de agresión que se ha
alcanzado ya ha superado las fronteras de lo tolerable, al menos por
mi.
Decir
que sino me votas sos un golpista, pero si mi candidato pierde queres
bajar al ganador antes que asuma es una contradicción propia de
estos tiempos.
Yo
trato de no formar parte de ninguno de estos lados a los que la
sociedad en conjunto te obliga a pararte, y sé que hay mucha gente
que también hace el intento por conseguir lo mismo, pero el acto de
fe ciega y la intolerancia al que piensa distinto (es lo mismo ser
indistinto, levemente opositor o macrista) es lo que no me seduce a
esta forma de gobernar y es por lo cual creo que el Peronismo ha
perdido las elecciones. Y ahora que están derrotados se dan cuenta y
aceptan esta división e incluso la toman como bandera.
Lo
todavía mas contradictorio es que al crear miedo en la población
provocaron que su mayor enemigo, la derecha, llegara al poder de la
única forma que podía llegar. Esto implica que el miedo excesivo
provoca que pase lo que uno quiere evitar que pase a toda costa.
La
grieta seguramente seguirá muchos años o habrá que buscar una
causa que nos una, como paso en el 2001 cuando la sociedad proclamaba
“Que se vayan todos” o habrá que aprender a tolerarnos y a
pensar que los ciclos son para cumplirse y que algún día terminan.
No
voy a decir que esta grieta me dejo casi vació de amigos porque
nunca tuve muchos, lo que si sé es que si los hubiese tenido hubiese
perdido algunos, de hecho me cuesta dialogar con mucha gente que
aprecio y que es ferviente defensora de alguno de los grupos. Ojo,
creo que esta grieta acelero perdidas en mi vida, pero sino hay
dialogo sincero, sino hay falta de intereses para comunicarse o
sinceridad para defender los intereses que vienen implícitos con las
formas de gobernar, que sentido tiene dialogar. Por eso la grieta no
es tan mala, es lo mas sincero que tiene esta sociedad.